Tenemos contabilizados tan solo en nuestras calles más de 60 eventos anuales entre culturales, sociales o deportivos, algunos son actividades de unas horas, otros son de días, pero todos afectan nuestra vida diaria en mayor o menor medida.
No queremos que desaparezca ninguno, por supuesto, ya que esa es la esencia de nuestra ciudad y muestra la vitalidad de sus habitantes.
Lo que sí queremos y pedimos es la revisión de la ubicación de muchos de estos eventos y actividades, una revisión en profundidad y con la presencia de los afectados, o sea el vecindario del barrio.
Creemos que todos los distritos de la ciudad tienen el mismo derecho a recibir, en sus plazas y calles, los magníficos eventos que llegan a la ciudad y que se agolpan todos en las calles del centro, en muchos casos sin ninguna necesidad y sin ser el lugar idóneo para dichos actos.
Esta aglomeración de actividades NO es buena, ni para el vecindario que las recibe, ni para los barrios que se ven mermados de actividades de la ciudad, viéndose casi obligados a ir al centro para tener acceso a la cultura y la vida social de la ciudad.
Por otro lado, muchos de estos eventos, conllevan el montaje y desmontaje de lo necesario para desarrollar la actividad, algo que se hace a horas intempestivas y en días laborables, estos ruidos, voces y actividad suponen, para el vecindario, no poder descansar para ir a trabajar al día siguiente y en muchos casos hay niños y niñas que también padecen estos ruidos, así como personas mayores y con seguridad algún enfermo. Sin duda es imprescindible hacer una revisión de como poder atajar en la medida de los posible esta situación, para paliar estos inconvenientes.