Ana

SOBRE TERRAZAS, BARES Y OCUPACIÓN DE VÍA PÚBLICA

Ruido

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Aunque siempre hubo terrazas en nuestras calles y plazas, el post COVID nos ha supuesto una saturación exagerada de presencia de mesas, sillas, corralitos, sombrillas, carteles promocionales y todo tipo de enseres en la vía pública, es decir se ha usurpado tanto al vecindario como a los visitantes el derecho a pasear por nuestro barrio, viendo las calles totalmente colmatadas de obstáculos que impiden andar y admirar nuestra ciudad.

Vamos a realizar un estudio pormenorizado de esta realidad en nuestras calles, aunque ya podemos adelantar que son más de una centena de establecimientos los que tenemos entre nosotros, algunos de ellos multiplican por 5 el espacio ocupado en la calle, con respecto a su fachada, y pueden llegar a multiplicar por 7 la diferencia entre la mesas ofertadas en el exterior con respecto al interior del establecimiento, esto quiere decir que su negocio se fundamenta en la terraza, o sea en un espacio público y común de toda la ciudad, es evidente que esto se debe revisar y sin duda alguna primar la calidad de la oferta de cada establecimiento a la cantidad, como sucede en la actualidad.

Es evidente que no la diversidad de establecimientos hosteleros y sus ubicaciones, no permite hacer una tabla rasa de ocupación de vía pública, pero sin duda en muchos puntos la situación es muy crítica y exige una revisión y control de este fenómeno.

Del mismo modo actividades como “música en las terrazas” deben ser estrictamente vigiladas. Es inadmisible que estos conciertos se puedan permitir a escasos metros de viviendas, y en varios casos, con música amplificada como si estuviésemos en un festival.

Esta actividad no debería pasar de ser algo así como una música ambiente en directo y por supuesto en locales donde las viviendas no se vean afectadas por el sonido.

Toda esta actividad hostelera debe tener un horario de obligado cumplimiento, y debe ser la autoridad competente la que motu propio vigile y haga cumplir esta normativa municipal, sin necesidad de esperar a la denuncia de los vecinos, además de elevar propuestas de sanción en caso de incumplimientos como los que en la actualidad vivimos.

Sillas amontonadas en la calle Mayor junto a una columna

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